sábado, 16 de julio de 2011

PERESTROIKA (1º)

10 (P)



La segunda esfera metálica salió impulsada a gran velocidad a través de la rampa de lanzamiento y al momento estaba desplazándose por el Sistema Solar a velocidades imposibles. Consiguió salir de la atracción gravitatoria de Mercurio y Venus, donde rebotó sucesivas veces, y siguió su curso por el espacio, yendo directo a Plutón sin pasar por las órbitas del resto de planetas. El recorrido era mareante. El cosmonauta se mantenía a la espera sujetando los mandos concentrado. La esfera salió disparada hacia el agujero negro. La fuerza de atracción de éste acabaría por vencer los denodados esfuerzos del jugador. La pregunta era ¿por cuánto tiempo sería capaz el hombre del espacio de mantener la esfera en movimiento? Con una rápida maniobra, Juan consiguió alejar el peligro por un momento. El marcador no cesaba de aumentar. Ya había superado los dos millones de puntos. Junto a las letras luminosas de SPACEMEN se encendió otra lucecita a la vez que sonó un clac.

xxx

Me había hecho partida y estaba a punto de hacerme bola extra, sólo me faltaban doscientos mil puntos. De repente un empujón brutal. Clac. Se encendió la señal de tilt. Falta. Los mandos, aunque hubiera querido, ya no responderían. Estaba estampado sobre la máquina. Era la bofia. Intenté revolverme pero un matón con cara de deberle dinero me soltó un puñetazo en el ojo, provocándome un corte en la ceja. Me pusieron los grilletes y me sacaron de El Ahorcado como si me llevaran al patíbulo. Por un momento, aunque fuera una escena patética, fui el protagonista. Todos los clientes del local me miraban y murmuraban. Yo les hice un guiño, no por chulería sino por culpa de la hemorragia. Crucé la calle medio en volandas, arrastrado por los dos polis de la secreta. Me metieron en un coche sin marcas. Es la última vez que pisé El Ahorcado, la última cantina de la ciudad donde se me permitía el paso.

(continuará...)


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