miércoles, 29 de julio de 2015

INTENTO DE SECUESTRO SOBRENATURAL

  El niño y yo, que hacía de canguro, habíamos pasado un buen día juntos. El zoo, el parque de atracciones… Un plan más que suficiente. Sin duda.
  Ella, al principio, llegó en plan amable. No parecía la arpía de lo que vino después.
  Con el niño siempre a la vista, yo me puse a volar. Tenía el parque infantil a la vista al tiempo que gozaba de las sensaciones azarosas y lúdicas de un vuelo improvisado. De repente, ella se convirtió en fuego. Desde las alturas, la veía arder. Su fuego (las fuerzas electromagnéticas derivadas del aumento de temperatura) provocaba tales interferencias que yo me veía limitado para consumar mis poderes (me costaba coger altura).
  Un chófer, había llevado al niño a un coche negro y elegante. Lo había hecho con buenas maneras. Pero yo debía custodiar de él y el coche se alejaba y lo estaba perdiendo (¿hasta cuándo?). La mujer-fuego me impedía ir a buscarlo con sus maniobras de distracción.

  Fue en ese momento, lo recordará toda la ciudad, cuando emití el grito (en falsete, aunque lo hacía con todas mis fuerzas, incluso con rabia). De esa manera conseguí romper el encantamiento de la bruja, no otra cosa que la materia de la que se compone la barrera que hay entre el sueño y la vigilia: FUEEE-GOOOO, FUEEE-GOOOO.

domingo, 26 de julio de 2015

LA HIJA DE LA SEÑORA

  Ella es sofisticada, la hija de la Señora.
  Ha estado provocándome: me ha mostrado sus pechos (como en una película de Luis Buñuel) y también me ha desvelado la oscura plasticidad orgánica del bosque triangular en su monte de Venus.
  Sus hermanos (no olvidemos que la familia de la Señora forma un todo inseparable en que el patrimonio conjunto debe reforzar el poder) tenían un aspecto que me recordó (si no algo más) dos cosas:
1.       a los hijos de la Dama con más títulos nobiliarios de Europa, más incluso que la Reina de Inglaterra
2.       a quimeras humanas de rasgos indeterminados hibridados de la persona de dos personas distintas
  Es una “niña pija”, la hija de la Señora. Podría decirse que caprichosa además de culta.

  Pero en los últimos minutos, lo digo sin estar seguro del todo, se está transformando (a peor). Será mi percepción singular, mera subjetividad desviada, al haber abierto los ojos finalmente. Sus perfectas curvas se han perdido en un cuerpo vulgar, descuidado, con acumulaciones adiposas innecesarias.

lunes, 13 de julio de 2015

CÓMO CAMBIAN LAS COSAS

  Digamos que me había topado con mi primera novia (lo de antes habían sido magreos de quinceañeros), la que se llamaba como una marca de conservas. Pero peor era lo de su hermana, que le acompañaba en ese momento. La deformación cariñosa del nombre de pila a que la había sometido su familia (cosas de gente adinerada) le había agraciado una rima con el órgano genital masculino que no pasaba inadvertida.

  Parece que pasada la barrera de los veinte años, ambas habían seguido produciendo grandes cantidades de hormona del crecimiento, por lo que ahora yo, pegado a aquellas dos torres era un canijo. Su estatura y su corpulencia me intimidaban y no sabía qué decir, ni cómo actuar. Habían transcurrido algo más de dos décadas y, cómo cambian las cosas. ¡Con lo dominante que era yo entonces a su lado! Pero claro, eso era para ocultar mis debilidades. Creo.

MILAGRO











sábado, 11 de julio de 2015

sábado, 4 de julio de 2015