martes, 21 de septiembre de 2010

miércoles, 15 de septiembre de 2010

OVNIS



  Son muchas las manifestaciones del desequilibrio que la acción humana está provocando en

el medio ambiente así como en la habitabilidad y la convivencia en el planeta. Las guerras, la

contaminación, el calentamiento global, el uso de la energía nuclear, el exterminio de especies

animales y vegetales, los movimientos migratorios, el reparto desigual de necesidades

elementales… Un Terror inaprensible, indescriptible, desconocido, inmaterial, abstracto se

apodera de las conciencias y nos acompaña como una sombra siniestra.










  Los habitantes de las sociedades más avanzadas tristemente se ven envueltos en un

torbellino autodestructivo por su dependencia del materialismo. Son competitivos. Viven sus

días en una inconsciencia regida por el binomio prisa/consumismo.











prisa/consumismo

  
hombres del espacio

¿pero qué demonios tengo en la cabeza?

sin título



  Reproduzco un recorte del portal digital Terra Noticias.


Reuters
Tras más de 50 años en funcionamiento 

Reino Unido cierra su unidad de investigación de ovnis 

El Ministerio de Defensa de Reino Unido ha decidido cerrar su unidad de investigación de objetos voladores no identificados porque no tiene evidencias que demuestren la existencia de extraterrestres ni de que supongan una amenaza contra el país.
Ante la falta de evidencias que demuestren la existencia de extraterrestes, el Ministerio de Defensa de Reino Unido ha cerrado su unidad de investigación de objetos voladores no identificados tras más de 50 años. Asegura además que no puede seguir justificando el coste del servicio.
El ministerio ha manifestado que no había encontrado pruebas de una amenaza contra el país ni de la existencia de extraterrestres, a pesar de que el público ha enviado miles de informes de avistamientos de ovnis al ministerio.
También ha indicado que no tiene una opinión sobre la existencia de vida alienígena, pero ha agregado que no tiene la 'capacidad específica para identificar la naturaleza de tales observaciones'.
'No hay un beneficio de defensa en tal investigación y sería un uso inapropiado de recursos', ha puntualizado.
Cualquier amenaza al espacio aéreo del país sería señalada por controles de radar y deberían lidiar con ella los aviones de combate de la Fuerza Aérea Real (RAF, por su sigla en inglés), ha comentado un portavoz del ministerio.
Los recursos se centrarán en prioridades más importantes, incluida la guerra en Afganistán, en donde la nación mantiene más de 9.000 soldados luchando contra insurgentes talibanes, como parte de las fuerzas de la OTAN, ha comentado.
El funcionario de la unidad que recibía los informes ha sido reasignado a otro puesto, con el consiguiente ahorro de 44.000 libras (48.400 euros) anuales.











  La crisis no cree en ovnis.






Los ovnis tienen carta blanca en tiempos de crisis económica mundial. Este es el momento propicio para la exploración de la Tierra por parte de un ser extraterrestre.









momentos del rodaje y estreno de Celestica (cortometraje surrealista). en breve intentaré editar el video en este blog.





  Una manifestación espiritual y metafísica.


  Que existan o no los ovnis no es algo que excluya la posibilidad de vida en otros planetas

aunque se puede pensar que poco o nada nos afecta. Por el momento esta posibilidad

parece que va a seguir quedando en el terreno teórico nebuloso en el que se desenvuelven los

astrofísicos, los astronautas, los poetas…

  Pero ¿porqué no reconocer el apego del pensamiento humano a la trascendencia?

  Vuelve una irracionalidad, un neomedievalismo que da alas a la fantasía y la imaginación de 


un mundo regido por átomos, genes, bits, símbolos pero también por la creencia, la fe, la 


magia, lo oculto, lo siniestro, lo oscuro.



  Por eso hemos creado el fenómeno de los ovnis. Son los nuevos enviados del más allá. En

ese sentido, creer en platillos volantes no difiere mucho de una religión. Estos seres de

inteligencia superior son aquellos a los que les vamos a ceder la responsabilidad de regir

nuestros destinos. De este modo los ovnis pueden ser ángeles pero también demonios.




necesito respirar



viernes, 3 de septiembre de 2010

UN SISTEMA QUE PERMITE QUE UN ELECTRODOMÉSTICO SE AVERÍE AL DÍA SIGUIENTE DE EXPIRAR LA GARANTÍA, ES UN SISTEMA PODRIDO.

  Ser creyente... sólo ser.
  Ser con la certeza de ser. De igual manera que tenemos hambre o sed no porque creemos que tenemos hambre o sed sino por la certeza de la inanición o la deshidratación.
 
  Tenía hambre y hubiera sido feliz con incarle el diente a una sola fruta de los bodegones que vi en la sala de exposiciones, detrás del teatro. Tenía hambre porque había decidido hacer un día semanal de abstinencia después de ver a un grupo de gitanos del Rajastán actuando en la calle. Mi ayuno tenía por objeto solidarizarme con todas las personas que diariamente pasan hambre en el mundo. Una excentricidad más de mi lunático proceder... me acababan de diagnosticar un trastorno de la personalidad, aunque hacía muchos años que estaba casi curado. Aquel dictamen acabó de rematar mi sanación. Curioso. Y lo que muy osadamente había comenzado con la abstinencia absoluta de comer durante un día entero, se quedó nada más que en el sacrificio de una cena, la de los viernes por la noche.
 
  El reto ya minimizado lo afrontaba con mucha fuerza de voluntad. No suponía un gran esfuerzo por mi parte. Pero aquellos bodegones consiguieron hacerme segregar tanta saliba que cuando la azafata me dijo que quedaban cinco minutos para el cierre pronuncié algo incomprensible que hizo que aquella moza torciese el gesto.


  Para ser francos, el bodegón más apropiado para definir mi horizonte vital era una naturaleza muerta. Y no una de esas con cadáveres de animales que había visto en la exposición. Mi naturaleza muerta tenía más que ver con algunos de los males que aquejan a la sociedad contemporánea. El consumismo... la amoralidad... la muerte...

  ¿Pero qué puede simbolizar esos conceptos?  Si yo fuera un artista ¿qué objetos seleccionaría para mostrar mis pensamientos a este respecto? Conozco a un artista de verdad que dice que no hay mejor manera de encontrar el orden que perderse en el caos. Y aunque no sé muy bien qué quiere decir con eso, yo imagino el caos como un bazar chino de los que florecen en mi barrio de unos años a esta parte.

  El consumismo son unas barbies de imitación, baratas pero que hacen el mismo efecto que las auténticas. La amoralidad es un dinosaurio cabreado. La muerte... una muerte de juguete... es un esqueleto que parece que se ríe... una muerte simpática como las calaveras tradicionales mejicanas.




  He de confesar que en mi mente enfermiza -son muchos, muchos años flipado- imaginaba al dinosaurio como un chuloputas y a las barbies de chichinabo como dos guarrillas incautas que se ven abocadas -nunca mejor dicho- al lascivo mundo del porno.


  Estaba haciendo tiempo. Sabía que el profesor Kowalski funcionaba como un reloj suizo. A las nueve y media en punto saldría por la puerta del elegante edificio céntrico donde trabajaba en su nuevo laboratorio. Nueve años persiguiéndole a través de medio mundo me habían familiarizado con sus hábitos de tal forma que nada de su proceder -al menos externamente- se me escapaba.

  Ignoraba cuál era su último proyecto pero sin lugar a dudas se trataba de otro más de sus abyectos planes. En la última década el siniestro científico había participado en el desarrollo de uan sustancia química de perversos efectos en el organismo que fue utilizada contra los insurgentes de cierta potencia en algún país del continente asiático; dirigía en la sombra un imperio farmacéutico que operaba en África, aprovechándose de los miles de millones de dólares invertidos en el continente negro por decenas de organizaciones no gubernamentales de los países desarrollados; y además colaboraba en programas de control del agua en América del Sur, haciendo que millones de indígenas de aquellas regiones pagaran por un bien que era suyo -no me está permitido revelar más detalles-.

  
  Aquella noche me infiltré en el laboratorio. Me llevó muchas horas conseguir una fotografía de la pizarra en la que el profesor había dibujado unos bustos humanos con toda una serie de fórmulas e inscripciones alrededor.

  La fotografía no tardó en llegar a manos de especialistas del organismo al que represento.


  Pero al salir a la calle una extraña inscripción en el suelo me heló la sangre. Aquello era una amenaza directa a mi integridad física, como no podía ser de otra manera después de desvelar los valiosos secretos del trabajo del profesor Kowalski. No esperaba mejores condiciones cuando acepté este empleo.

  La inscripción decía -50% zombi-. Tuve que reponerme y aparentar normalidad para documentar aquello.


  Extremé las medidas de seguridad pero no me quedaba otra opción que mantener mi vigilancia las veinticuatro horas. Pasaron los días. Kowalski había desaparecido. Se lo había tragado la tierra. De nuevo todo volvía a empezar. Alerté a mi red de colaboradores.

  Cada vez que yo le perdía la pista a aquel polaco malnacido cientos de asociados en todo el mundo eran movilizados de manera automática. Eran idealistas que no esperaban nada a cambio de su esfuerzo sino que prevaleciese la justicia. Más de una vez hubo quien me llamó loco por unirme a ellos.

  Me tocaba revolver cielo y tierra -quizá durante meses- verificando todas y cada una de las pistas, señales, huellas de las que era informado. Éstas casi siempre eran falsas.


  Hasta que un día el mensaje fue -we´ve got him-. Estaba en el Ritz de Londres. Mi cabreo fue mayúsculo cuando averigüé que llevaba hospedado allí tres meses, el tiempo que había pasado desde que le perdí la pista. Si hubiera sido en el extrarradio de la ciudad o incluso en Camden Town no me hubiera molestado pero en el Ritz...


    Volví a convertirme en la sombra del malévolo criminal. Así pude comprobar cuál era su nueva rutina, que no se diferenciaba mucho de la que llevaba en Murcia, la calurosa ciudad al sureste de España donde abandonó su anterior laboratorio. A cambio de eso, ahora dormía en uno de los hoteles más lujosos de la capital del Imperio Británico y se había instalado un nuevo laboratorio.

  Para llegar a su nueva guarida era necesario coger un tren de cercanías y llegarse hasta Basildon, a unas veintiseis millas al este de Picadilly Circus, ya fuera del cinturón metropolitano de Londres. En un suburbio había un edificio abandonado hacia donde el polaco se dirigía todos los días como dando un paseo casual. En un sótano inverosímil se había montado un laboratorio idéntico al que tenía en Murcia.

   
  Mi organización me ordenó pasar a la acción. Aquella noche no seguí a Kowalski sino que me infiltré en el laboratorio subterráneo. El panorama era aterrador. Cabezas humanas, cráneos, cerebros se encontraban dispuestos por toda la sala en mesas especiales sobre las que el científico hacía sus diabólicos experimentos. En una esquina de la sala un montón de restos del mismo material orgánico aparecían apilados como deshecho listo para alimentar a las alimañas. El mismísimo Josef Mengele, el Ángel de la Muerte del campo de concentración de Auschwitz se hubiera sentido orgulloso de conocer los descubrimientos de Kowalski.

  Era extraño pero me acordé del bodegón conceptual con las barbies y los males de la civilización occidental. No lo supe en su momento pero había sido un presentimiento.


  Y cuando creía que el horror no podía ser mayor una visión espeluznante me recordó que nunca estamos del todo curados de espanto.

  Se trataba de una cabeza, aquella en la que la alquimia demoníaca de Kowalski se encontraba en un estado más adelantado. Habló. Pude entender perfectamente sus súplicas -help-. Aquella testa con vida autónoma me pedía ayuda con un hilo de voz.

  Su piel de un blanco marmóreo, sus ojos encendidos de rojo, sus labios de un verde irreal... mostraban los signos de la asfixia.


  Por suerte mi organización siempre tiene un hueco para aquellos que sufren por culpa del lado más abyecto del ser humano.

  Pero todavía me quedaba algo por hacer en aquel sótano. A las once de la mañana del siguiente día Kowalski hizo su entrada en el laboratorio junto con una de sus ayudantes.

  Yo estaba preparado para cumplir mi misión.


  Mi arma escupió un chorro de energía... -schwartzzzzzzzzzzzz!!!!!!!

  Kowalski se convirtió en barro.


  Era el adiós a las torturas, la extorsión y la manipulación de un científico loco. Kowalski ya no se apoderaría de las donaciones a ONG´s que operan en África ni continuaría provocando la sequía y el empobrecimiento en extensas zonas de América del Sur... con él caía toda una trama de proporciones transnacionales.

  El mundo era un sitio un poco mejor para vivir.


  Salí de aquella guarida inmunda con la cabeza parlante bajo el brazo.


  Y desde una estructura minimalista transmití sus átomos hacia el universo infinito como me habían enseñado a hacer en la organización.



    Pronto volvería a acariciar a mi amada, cien mil quintillones de estrellas más allá del Sol.


  No tenía hambre, ahora que iba a volver a mi planeta, a mi barrio plagado de bazares regentados por ciudadanos de procedencia china, era capaz de alimentarme nada más que de ilusiones.

  Un mensaje secreto me agradecía los servicios prestados. Aquel cartel llevaba años allí esperando a que yo pasara aquel día por delante para leer todo el sentido de sus letras, que ahora por fin tenían un significado verdadero.


  Mi dicha no duró. Un cuerpo. Apareció un cuerpo sin vida y con signos de violencia. Alguien había arrojado a una muchacha al vacío.

 
¿El mundo era un sitio un poco mejor para vivir? No era suficiente. Mi misión no había terminado.